Los 4
11.2.07
 
¡Porno para mujeres!
Saludos herman@s de luz,

En su día yo pronostiqué que la persona que encontrase la fórmula del porno para mujeres heterosexuales se haría más rica que las dos hermanas Koplowitz juntas. Pues bien, por lo visto no faltan intentos. Creo que Conrad Son hizo algo pero no acabó de complacer al target group femenino. Supongo que, como dirían los estrategas militares, para hacer porno para mujeres hay que pensar como las mujeres. Y quién mejor que una mujer para emprender tal gesta.

Hete aquí que una tía, de nombre artístico para la ocasión Erika Lust, ha dirigido un cortometraje pornográfico dirigido a mujeres que reformula radicalmente muchas de las -pocas- convenciones que tiene el género X, tradicionalmente enfocado al consumo masculino (o sea, pajeo por parte del espectador). El cortometraje se puede descargar gratuitamente, 80Mb, formato .mov : WEB AQUÍ




He visionado el corto. Más que calentarme me ha sorprendido por las diferencias que marca respecto al porno convencional (es decir, el que va dirigido a tíos). Gloso algunas:
- Hay mucha historia. Tal vez en los albores del porno también había mucha historia en todas las pelis, pero lo cierto es que el porno tradicional tiende a ir al grano, en las pelis ya no hay argumento alguno, sólo escenas de folleteo variando actrices, actores y escenario (me han dicho). En este porno para mujeres se recrean en la historia; supongo que tanto planteamiento pretende hacer posible la plena identificación de la espectadora con la protagonista. El corto en sí es el clásico del butanero pero en plan Bridget Jones, para entendernos (y en vez de butanero es pizzero). Esto de que haya mucho argumento me ha recordado aquellas primeras pajas en las que mi cabeza elaboraba detalladas historias donde había causas, consecuencias, diálogos, escenarios y derroche dramatúrgico. Nota mental: hay que recuperar el espíritu de aquellas pajas mentales.
- La voz en off de la protagonista acompaña todo el corto para narrar las sensaciones, opiniones y reflexiones de la susodicha. Supongo que enriquecer narrativamente las escenas de sexo da más matices que posibilitan una excitación desde más prismas, no sólo el estrictamente visual. Similar al punto anterior, el porno tradicional no está para detalles y menos si requieren complicaciones de edición. Supongo que la industria del porno convencional trabaja para pajeros sin escrúpulos, si alguien quiere variedad de planos y voces en off que se vaya al Verdi.
- La banda sonora no me cuadra nada. Ojo al tema que suena cuando ella deja caer la toalla y se ofrece al gachó. ¡Es una canción con voz! ¡Rollo pastelón, tipo Six Pence None The Richer! ¡Cielo santo, como en una peli de Meg Ryan o Julia Roberts! Vale que esto es una peli y no tiene por qué emular la realidad, la banda sonora no tiene por qué ser sonido ambiente en plan dogma danés, pero ¡joder! es muy pastel, pegaría más para una pedida de mano que para un inicio de encontronazo sexual.
- Hay mucho beso. Mucho. Cosa que no me parece mal. También hay risas y jugueteo en los prolegómenos. Al porno tradicional le falta esa ternura. Aunque tal vez tanta ternura entraría en conflicto con la visceralidad y la concupiscencia pícara, puntales básicos del porno para hombres tal y como lo conocemos. ¿Buen rollito o guarrerío? ¿Son factores excluyentes?
- Contra todo pronóstico, ella le hace una churrupaílla a él. La voz en off dice en inglés de república exsoviética y con tono relativamente neutro: I couldn't stop sucking. I loved it. It made me feel so powerful. ¿Es simplemente una reflexión de la protagonista o se trata de una justificación para las espectadoras menos marchosas? Como reflexión me parece acertada, es irrefutable. Aunque pueda parecer lo contrario, en una churrupaílla el hombre está a merced de la mujer. La resistencia es fútil.
- No hay planos "ginecológicos". Y si los hay, son muy cortos en comparación con lo que el porno clásico nos tiene acostumbrados (ese clásico plano del titilante monte de Venus de pudding de amor percutido durante ocho minutos por el guerrero de cabeza púrpura). Se muestra a la pareja en una variedad de posturas que ríete tú del problema vasco, pero se suele ver la totalidad de sus cuerpos dentro del encuadre.
- Contra todo posible pronóstico, él derrama su semen en el rostro de ella. Previamente, la protagonista le dice al pizzero-príncipe-azul: I want you to cum in my face like in porn movies. Metareferencia a los cánones del porno convencional, para que las espectadoras no se tomen demasiado en serio eso de que el tío le llene la cara de esperma a la muchacha. Además, luego él le da un besito en los labios, como diciendo "me sacrifico yo también" y al mismo tiempo "fíjate si me gustas que no me das asco aunque tengas todo el hocico repleto de inmunda lefa".
- Y como cualquier persona sagaz podría pronosticar: ¡hay conversación postcoitum en el catre! Sí, sí, y en ésta la pareja se demuestra tanto o más cariño que cuando estaban moviendo el culo como mandriles en celo instantes antes. Qué potito. Como en la vida real, en el mejor de los casos.

Por cierto, el corto está rodado en Barcelona, salen calles del Eixample. Uno de los prototipos de pizzero que la protagonista imagina viste una camiseta con un curioso lema en castellano.

En fin, recomiendo a cualquiera, sea mujer o hombre, que vea el corto. Es bastante pronosticable que la reacción de la mujer prototipo (que por supuesto no eres tú, chica que estés leyendo esto), le haya gustado o no el corto, sea repetir varias veces: "como el sexo de verdad nada". Lo cual no responde a la pregunta de si le ha gustado o no el corto, pero así al menos zanja cualquier posibilidad de quedar como una pajera de cara a la galería.

Comenta la jugada, payo:  

 


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