19.9.06
 
La escuela filosófica de Fornells: 2.- el Dios del Meterle


Estas vacaciones en Fornells, Menorca, me tocó conducir un coche de alquiler. Tengo el carné pero mi vida en la ciudad tiene buenas combinaciones de metro, luego no conduzco habitualmente. No me importa conducir si es necesario pero no me apasiona el mundo del automovilismo. En Menorca alquilamos dos coches, uno lo conducía yo y el otro Pedro, que está acostumbrado a conducir, conduce bien y le enchufa bastante, mucho en comparación con mi estilo de conducción lentico y prudente (o acobardado, que sería lo mismo), ideal para contemplar el paisaje hasta aburrirse y escuchar varias veces CD's enteros en modo repeat hasta memorizar las canciones de cabo a rabo.

No digo que todos los conductores tengan que ser como yo, ni tampoco me quejo de la forma de conducir de Pedro, él sabe y no es imprudente, pero por estos mundos de Dios hay cada zumbado al volante... ¿Cuál es la explicación? ¿Por qué la gente le mete tanto? ¡¿Pero que TANTO, TANTO?! ¿Por qué la gente hace la pirula al volante a la mínima que puede? ¿Por qué las normas de tráfico están pero no están y la gente se las salta cuando puede y también cuando quiere y no puede? ¿Hay una explicación racional? ¡No! ¡Sólo existe una explicación posible, sólo existe una explicación religiosa! ¡EL DIOS DEL METERLE!
Sí, se trata de una divinidad intangible y absoluta a la que la inmensa mayoría de conductores rinden culto y siguen sus designios por pura obediencia religiosa. El DIOS DEL METERLE está formado por mensajes agresivos difundidos por la publicidad según unos, es herencia de la idiosincrasia nacional panderetera según otros, estaba antes que el Verbo según otros otros. Consideremos el origen del Altísimo y Rapidísimo como una mezcla de todos estos puntos de vista.

Los mandamientos del DIOS DEL METERLE son concisos; el DIOS DEL METERLE quiere que los sigas, sé más temeroso de la ira divina que de la Guàrdia Urbana o los Mossos. Estos son los mandamientos:
I - Siempre que puedas, métele.
II - Apurarás en las curvas.
III - Tendrás derecho a pirular a cualquier coche de gama inferior que circule a tu vera.
IV - Considerarás que el peligro sólo existe a posteriori, "prudente" es un eufemismo para decir "nenaza".
V - Le meterás cuando vayas solo, te lo puedes permitir at your own risk, si algo pasase no le harías daño a tus pasajeros (contra el que te la pudieras pegar no cuenta demasiado).
VI - Le meterás cuando vayas acompañado, a ver si se van a pensar que tu coche no tira o que no conduces con cojones.
VII - Te creerás dotado de un talento inusual para la conducción, aunque te hayas sacado el carné en una mierda de autoescuela como todo hijo de vecino.
VIII - Creerás firmemente que las normas de tráfico deberían actualizarse más, de hecho quedan obsoletas a medida que tú pasas por la carretera sobre la que tienen validez.
IX - Nadie te puede vacilar al volante, incluso a sabiendas de que ese coche no lo volverás a ver en tu puta vida, le devolverás la vacilada poniendo en riesgo lo que haga falta.
X - Si el resto de mandamientos te parecen complicados o crees que tienen demasiada letra hazle caso sólo a éste: métele.

Comenta la jugada, payo:  

 


Powered by Blogger