El hijoputismo cautiva


En el mundillo televisivo, de un tiempo a esta parte, destacan los personajes que emplean hijoputismo en sus formas. El Dr. House lleva ya varias temporadas enganchando a la audiencia, el ingenio del personaje a la hora de ser borde con todo quisqui es mucho más apreciado que su ingenio para analizar cuadros clínicos bizarros. Risto Mejide, jurado de la más reciente edición de Operación Triunfo, centra el interés de la audiencia de dicho programa gracias a sus comentarios hijoputescos y perdonavidas hacia los concursantes.

"Se veía de venir", que diría una vieja de esas que entrevistan en "Gente" en calidad de vecinas del asesino de turno. La correción política y el principio de no-ofender-a-nadie-nunca-de-ningún-modo-ni-en-el-fondo-ni-en-la-forma nos han abocado a un erial de estímulos en todo lo público y generalista. Nada ofende, pero precisamente por ello nada cautiva, nada arrebata, nada provoca sentimientos catárticos. Así pues, era previsible que la transgresión de la corrección política -hecha con un poco de gracia y de estilo propio- últimamente sea el nuevo hype en los medios de comunicación de masas.

Aquí y ahora, si quieres que algo triunfe: hijoputízalo manteniendo su esquema.
Veamos algunos ejemplos de hijoputización y éxito, camaradas:
Médico de Familia --> ¡HIJOPUTIZACIÓN! --> House
Lauren Postigo en "Lluvia de estrellas" --> ¡HIJOPUTIZACIÓN! --> Risto Mejide
La Señorita Elena Francis --> ¡HIJOPUTIZACIÓN! --> El Federico Jiménez Losantos
San Josemarida Escrivá de Balaguer --> ¡HIJOPUTIZACIÓN! --> El Padre Apeles
- posteado por Guille Martínez-Vela 1/4 @ 7:46 p. m.

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